Una ola gigante se levantó en el mar, revolcando al pez, quien daba volteretas sin parar. Asustado, el pez intentó huir del agua dando brincos hacia el aire una y otra vez. Sintió que moría. Un pez viejo sabio lo vió y dijo: “No huyas. No tengas miedo. La calma no está fuera del mar, está dentro”.
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Publicado por
Isolda MorilloPublicado el
junio 11, 2015Publicado bajo
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